Analizando las hojas

Pensar que las plantas “sudan” es un poco extraño, pero así es, las plantas transpiran por sus poros. Ese vapor de agua que exudan, se aprecia en la sensación de frescor húmedo que nos proporcionan los jardines, y que sobre todo podemos sentir y oler cuando estamos en un invernadero, y vemos los cristales empañados por la humedad ambiental. 

La transpiración en las plantas se produce cuando el agua que se absorbe por las raíces, es liberada en forma de vapor de agua. Las hojas son el principal órgano de transpiración, aunque la planta realmente transpira por cualquier parte de su cuerpo.

¿Cómo llega el agua a las hojas? Pues bien, el agua se absorbe a través de las raíces, desde los pelos radicales, y penetra hasta los conductos por los que es impulsada hacia arriba, a través del tallo hacia las hojas. Ese conducto por el que transcurre el agua, y también las sales minerales absorbidas por las raíces, se llama “xilema”. El agua es arrastrada hacia arriba y distribuida por las células, y una parte se “escapa” a la atmósfera en forma de vapor de agua.

En las plantas hay unos poros en su tejido externo o epidermis, principalmente en el envés de las hojas, aunque también puede haberlos en cualquier parte verde aérea. Estos poros son los “estomas”, los cuales tienen la capacidad de abrirse y cerrarse, en función de lo que necesite la planta. A través de ellos se produce el intercambio gaseoso del dióxido de carbono (CO2) y del Oxígeno, y la salida al exterior del vapor de agua.  

En las hojas hay unas células denominadas “cloroplastos”, los cuales están formados por moléculas de clorofila, ese pigmento de color verde que es capaz de absorber la energía luminosa necesaria, para que se produzcan las reacciones químicas que generarán la materia orgánica y la liberación del oxígeno a la atmósfera. Este proceso se llama “fotosíntesis”.   

En el aire que nos rodea también hay una cantidad importante de Nitrógeno. Las plantas lo necesitan para realizar sus funciones vitales. Normalmente, son las raíces las que absorben los macronutrientes, como es el Nitrógeno en forma inorgánica. Pero con la ayuda de unas bacterias específicas, las hojas también pueden tener la capacidad de absorber el nitrógeno del aire. 

Estas bacterias colonizan las hojas, de manera que se desarrolla un mecanismo por el cual el Nitrógeno y el Hidrógeno del aire se combinan para generar amonio, el cual es utilizado por la planta para producir aminoácidos. Esto supone que la planta también cubrirá sus necesidades de Nitrógeno a través de las hojas, y no solo por las raíces. 

En definitiva, en las hojas de las plantas hay un mecanismo increíble de depuración de la atmósfera, y de creación de materia orgánica a partir de la energía lumínica. Sabemos de la importancia de las plantas para la subsistencia de nuestro planeta, y conocerlas más, en sus distintas variedades, hará que podamos aportar nuestro granito de arena para la preservación de los distintos ecosistemas, terrestres y acuáticos, y así colaborar en su mantenimiento.

 

NITROFIX

Bacteria fijadora de Nitrógeno del aire